¿Por qué comenzaste a escribir fantasía?
La
verdad es que desde bien pequeño este género me atrajo enormemente, y
siempre solía leer cuentos de ese estilo de niño. Recuerdo perfectamente
cuando con diez años, me regalaron por mi cumpleaños mi primer libro
"grande y sin dibujos": Mandrágora, de Laura Gallego. Hay que ver
cómo pasa el tiempo, y cómo aquel libro que ahora me parece tan fino me
cambió la vida. A partir de entonces fue un no parar, necesitaba leer
fantasía, perderme en mundos y vidas alejadas de lo aburrido y cotidiano
del mundo real. Siempre había tenido el gusanillo de intentar escribir,
de crear algo tan mágico y especial como lo hacían los autores que leía
y leo; y, desde mi propio estilo, creo que al final lo he conseguido. Y
estoy muy orgulloso de ello.
¿Qué prototipos odias de la literatura fantástica?
Creo
que odiar es una palabra demasiado agresiva para definirlo así; pero,
sí que es verdad que los cánones más usados, tipo: chica conoce a chico,
se gustan, y la trama gira casi más en torno a dicho amor (la mayoría
de veces conflictivo) que a la propia fantasía, me rechinan. Por lo
demás, creo que todo bien explicado, incluso actitudes o hechos
aparentemente incongruentes, tienen buena cabida en este género. Eso sí,
si antes o después todo tiene una explicación.
Venga, tírate a la piscina ¿Qué libro de fantasía te hubiera gustado escribir a ti?
La trilogía de Memorias de Idhún,
de Laura Gallego; quizá es porque me los leí durante los primeros años
de adolescencia y el cóctel hormonal de aquellos años potenció las
sensaciones que viví, pero sin duda fue una trama que me enganchó y
enamoró. Ahora bien, si la hubiera escrito yo seguramente no habría
tanto énfasis en el triángulo amoroso que acontece entre los
protagonistas. ¿Se nota que le tengo tirria a las pasteladas, no?
Jajaja, yo es que soy más partidario de hacer sufrir un poco al lector
con alguna muerte que otra. Soy un poco sádico, lo sé, jajaja.
Tienes la opción de pasar una noche loca con un personaje literario de fantasía. ¿Quién? ¿Por qué?
Puff,
la verdad es que es una pregunta que no me había planteado jamás, pero,
haciendo un poco de memoria, creo que elegiría al capitán Will
Laurence, de la saga de libros Temerario, de Naomi Novik. La
evolución psicológica del personaje, que debe aprender a dominar al
dragón que debe montar en la guerra; que sea un aguerrido militar de
férrea disciplina, además de un hombre guapo y joven... Si duda un
cóctel de lo más atractivo.
Tienes un sitio en tu estantería abarrotada de libros, ¿qué objeto mágico te gustaría colocar ahí?
Vaya,
sinceramente habría tantos que se me hace difícil escoger uno en
concreto. Pero, y espero que no os moleste que barra un poco para casa,
tanto por su estética como por su marcado carácter mágico, me encantaría
colocar ahí uno de los múltiples dones de la diosa Etrea. Quien tenga
el gusto de leer mi novela creo que acabaría coincidiendo conmigo.
¿Con qué libro comenzaste a sentir amor y pasión por la fantasía?
La
verdad es que creo que esa pasión por este género la tengo desde que
tengo memoria. Siempre me ha gustado lo mágico, lo oculto, lo místico,
lo que parecía inalcanzable e irrealizable... Pero bueno, si tuviese que
establecer un principio, diría el momento al que hice referencia en la
primera pregunta, cuando me regalaron Mandrágora, de Laura Gallego. A partir de entonces, un sinfín de emocionantes historias: Memorias de Idhún, Harry Potter, Crónicas de la Torre, la saga Temerario... ¡Y todas las que quedan!
En serio, es que no me creo la primera pregunta... ¿Por qué escribes fantasía? Hay géneros con más futuro que éste...
Yo
no creo tal cosa, cada género tiene su público. Y me parece que la
fantasía cuenta con más adeptos de lo que la opinión general cree. Y si
no es así, realmente me es igual. Sea un público más o menos grande, es
un público que disfruta con lo que lee. Y del mismo modo me ocurre a mí:
escribo fantasía porque disfruto escribiendo fantasía, porque me da
vida evadirme del mundo escribiendo sobre otros muy lejanos y distintos a
éste, o sobre el nuestro pero visto desde un enfoque fantástico. Es un
revulsivo para los problemas de la vida real. Y no sólo la fantasía
literaria, la fantasía de videojuego como la saga Final Fantasy me ha
ayudado mucho a la hora de forjar mi yo como escritor. He labrado mi
propio camino y mi propio estilo, mezclando este género incluso con
trazas de suspense o terror, tanto en los pequeños relatos que escribí
en mis inicios, como ahora con la novela que tengo publicada. Y, aunque
jamás me tomaré la escritura como una profesión para mí, y me parece que
es mejor así porque de ese modo disfruto verdaderamente y sin ninguna
atadura con lo que hago, creo que nunca dejaré de hacerlo. Para mí,
escribir fantasía es algo especial. Es crear mundos, historias, vidas...
Y desde luego mi cabeza guarda muchas ideas para posibles tramas. 7 Días para el Mundo es solamente el principio, queda mucho por ver. Tanto de esta historia como de otras muchas.
"¡¡Ohh eh que no leoOoO" ¿Qué le dices a esta gente, además de proporcionarle educadamente el último tomo de la RAE?
Es
una opinión respetable a fin de cuentas. Desacertada a mi juicio, pero
respetable. Ahora bien, le diría que es una verdadera lástima, porque,
como describe una frase que oí hace ya tiempo: "Una persona que no lee
vive una vida, mientras que aquel que lee tiene la suerte de vivir
muchas vidas distintas". Además, siempre he sido de la opinión de que la
persona a la que no le gusta leer es simplemente que no ha encontrado
el libro adecuado.
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